Sin prevenir desde la infancia a la sociedad, nos puede sorprender una nueva generación de lobos y desalmados. Si lo bueno que se ha investigado y se sabe, se oculta, el ocultismo cobra vida y crece. ¿Qué hacen los gobiernos que no informan de la verdad que han investigado y conocen?
La solución está en Jesús. Vengan a la iglesia evangélica más cercana. Hablen con el pastor y cuéntenles sus preocupaciones. Un estudio bíblico ayuda mucho. Ha salvado a millones de personas en cada generación y lo sigue haciendo. Los cristianos hemos pasado de muerte a vida porque Cristo nos ha transformado en personas de bien. Basta con confesar el mal que nos hizo Satán con sus mentiras.
Muchos católicos, también fomentan lo mismo. Por supuesto, la enseñanza de católicos y evangélicos es muy distinta una de otra.
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