.
La vida que tenemos es una escuela. Nacemos, crecemos cada cual en un entorno diferente. A veces parecido, pero cada cual tiene su historia. Nos pasamos años estudiando en la escuela. Parece que todos tenemos en común esto. Después de terminar los estudios primarios, tenemos que decidir por los secundarios. Elegimos bien o mal. ¿Tendremos remordimientos en el futuro por la elección que hayamos decidido en su día?.
Tenemos un pleito con otra persona o empresa. No hablemos si es con una secta satánica o una organización podrida. Podemos esperar un juicio durante mucho tiempo. Que la Justicia solucione nuestro problema. Esperamos mucho tiempo porque la Justicia es tan injusta que no tiene prisa. No le importamos nada y no se molesta ni en disimularlo. Cuando llega el momento que actúa, ya estamos más secos que un árbol que no le ha llovido una gota en años. Entonces, en un momento, nos preguntan y tenemos que responder desde nuestra sequía. Ya no estamos en condiciones de decidir. No estamos sanos, aunque lo parezca. Y nuestras palabras y elecciones no son las correctas. Encima de perderlo todo, nos quedan los remordimientos. ¿No es esto diabólico?. Lo primero que debe hacer la Justicia, es ser justa y trabajar sin atrasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario