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domingo, 28 de octubre de 2012

SOY YO SOLDADO DE JESÚS

La Iglesia Satánica espera la batalla contra Dios. En realidad, solo en pensarlo, se ponen enfermos. Esperan que sea algún demonio u otro espiritista el que consiga el logro. Como todos esperan lo mismo, Satanás incluido, es de suponer que en cuanto vean a Dios se quedarán de piedra o se derretirán como el hielo en el fuego.
La Iglesia de Jesús tiene asegurada la victoria. ¿Por qué? Pues porque tienen a Jesús, que es la victoria personificada y los espiritistas tienen a Satanás que es la derrota también personificada.


domingo, 9 de enero de 2011

GENESIS 13 LA FE SE IMPONE A LA LOGICA

El capítulo 13 de Génesis colma las bendiciones de las promesas que Dios ha dado a Abram.




Dios prospera a Abram y a su sobrino Lot hasta tal punto que los pastores del uno y del otro tienen altercados por falta de espacio. Abram resuelve el conflicto dando a escoger a Lot el terreno donde van a separarse. Lot observa la oferta y escoge habitar en la tierra más rica y deja a Abram la tierra de Canaán, al parecer poco fértil. Dios  promete dar a Abram y a su descendencia toda la tierra de Canaán para siempre. Esto sucedió hacia el 2.200-2.100 a.C. y el conflicto todavía perdura.
Tengo que explicar estas decisiones porque lo que no vemos, lo espiritual, está atado a lo material que vemos. Por justicia todos somos pecadores y por tanto estamos derrotados ante Satanás que nos ha vencido. Ahora bien, en Jesús hallamos la solución a nuestro problema. Jesús, siendo inocente, no merece morir. Pero voluntariamente lo hace para que muriendo un justo redima de pecado a todos los injustos pecadores que en El confían. En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo nos lo explica en el libro a los Romanos capítulos 4 y 5.






Por el pecado de Adán y Eva morimos todos. Esto es así por justicia. Representa que cualquiera de nosotros en su lugar, en un momento u otro de la eternidad hubiésemos sucumbido a la tentación. Ahora tenemos un solo sacrificio. El de Jesús, que por justicia no debió morir jamás, pero que voluntariamente lo hace. Representa de manera individual a cada uno de los humanos que ha creado, para que de manera individual cada uno tenga la oportunidad de aceptarlo como Señor o Salvador o rechazarlo y presentarse ante el Juicio Final sucio por sus propios pecados. Y dirán, ¿Qué oportunidad ha tenido un bebé que ha muerto o uno que jamás ha oído hablar de Jesús. No hay problema, esto son problemas de Dios. Dice en su palabra que si los cristianos callan por no predicar su palabra, las paredes hablarán. Dios a todos, de una manera consciente o subconsciente ha dado entendimiento a los humanos. Los casos de discapacidad también los tendrá en cuenta el día del Juicio. Dios hará entender a todo humano, aún a los que no quieran.
Como ven hay lucha espiritual para salvar a la humanidad. De una parte Dios que lo da todo, hasta la vida de Jesús y por otro Satanás y los suyos, que morirán y mueren con tal de dañarnos y arrastrarnos al infierno. Los más desgraciados sin duda son los que en Satanás confían. Parece mentira que algo tan trascendente como la religión se omita en las escuelas y salga una juventud desorientada que facilmente se pervierte. Esto es una política Pro-Satánica y anti-científica promovida por los evolucionistas y encubierta con el pelo de los fraudulentos antepasados homínidos.
Continúo con las promesas de Dios a Abram. Como verán éste capítulo es vital para entender toda la Biblia y la historia del pueblo de Israel.
En el versículo 15 Dios promete a  Abram que le dará toda la tierra que ve a Él y a su descendencia para siempre. Humanamente hablando esto tiene muchos peros.
  1. El primero es que Abram salió de Ur a los 75 años. Había pasado cierto tiempo para que creciera en gran manera su ganado.
  2. Continuaba sin tener hijos.
  3. Existe la muerte. Abram podía pensar que para él no era muy importante que le dieran una tierra tan basta para siempre, aunque sí para sus descendientes. 
  4. Los supuestos descendientes de Abram, continuarían muriendo por causa del pecado.
  5. Si tantos descendientes iba a tener, dentro de unos siglos el territorio ya se les quedaría pequeño y tampoco lo iban a valorar mucho. Dios continúa diciendo: haré tu descendencia como el polvo de la tierra. Parece ser que esto sea una bendición, pero pensándolo bien parece una maldición que queden condenados a vivir amontonados. Aquí tiene que haber algo más.
Por supuesto que sí. Mucho más hay.

  1. La tierra tendría que convertirse en fértil. Debía tener más provisión de agua para tanta gente,  ganado y para cultivar los campos.
  2. La dimensión del territorio no crece. En la sociedad de Abram, patriarcal, tener muchos hijos y nietos era el banco de la felicidad en la vejez para aquélla sociedad. Los ancianos eran toda una autoridad de respeto y poder ante las decisiones de los jóvenes.
Pero ahí está la fe. Abram creyó a Dios y le fué contado por justicia. Del resto, Dios proveerá.
Abram edificó un altar a Dios.
Las civilizaciones de Asia Menor y Egipto estaban más avanzadas que en la mayoría del mundo. Tal vez China, India y en algún lugar más salieron algunas civilizaciones que dejarían huella notable respecto a las demás.
El pecado era común para casi la totalidad, a partir de aquí toda la Biblia está plagada de atrocidades. Los deseos de la carne, dinero, egoísmo, posesión indebida o robo, esclavitud y abusos sexuales.
Los reinos eran pequeños, una ciudad amurallada con algunas aldeas ya era un reino.