El Calendario de Dios para los Tiempos Finales

En la Biblia encontramos muchas profecías. Son descripciones de sucesos que sucederán en el futuro. Saber ordenar tales acontecimientos no es fácil. Principalmente porque el autor es el mismo Dios y no está todo tan claro como quisiéramos. Por este motivo han habido muchos que se han aventurado a dar explicaciones, poner fechas e interpretaciones incorrectas. A los tales, Dios los denomina falsos profetas y falsos maestros. No solo están en religiones equivocadas, también los cristianos podemos caer en el error de presentarnos como maestros o intérpretes de algo que Dios no nos ha revelado.
Por otra parte, Dios llama bienaventurados a los que leen tales profecías. Parece una contradicción, pero a mi parecer, se trata que Dios nos ha dado unas pinceladas del futuro que nos espera para que las tengamos en cuenta. Poner fechas, lugares, nombres o añadir detalles sobre tales pinceladas, si no se trata con cuidado, puede convertir a tal persona en un falso maestro.
Con todo, Jesús en varias ocasiones recriminaba a los suyos por no saber distinguir los tiempos y las señales. Esto, a lo largo de la historia de la cristiandad, ha ocasionado divisiones dentro de la iglesia, lo cual está prohibido por Dios.
En internet he visto varios vídeos de predicadores interpretando profecías. Lo cierto, es que nunca en la historia, en tan poco tiempo, han acontecido tantas cosas como en los últimos tiempos: La creación del estado de Israel (1948), sus victorias contra los enemigos, la construcción del Nuevo Templo, los muchos terremotos, las plagas de langostas (¿pueden ser aviones o helicópteros?), etc.